Ya no queda nada de este año que tuvo cosas buenas y cosas muy malas. No soy supersticioso, pero siempre hablan mal de los años bisiestos.
Otro año más a la mochila. Si algo me ha enseñado este año es a superar los obstáculos, y hacerlo con la mejor cara posible. A sonreir ante la adversidad y a disfrutar de las personas que me importan.
No voy a hacer promesas para el 2009, ni propósitos que no se cumplen. Solo deseo que el mejor día que hayáis tenido en el 2008 no sea tan bueno como el peor que tengáis en el próximo año.
Espero tener la suficiente fuerza de voluntad para poder con todo lo que se avecina, espero poder tener todo el apoyo para no decaer e incar la rodilla en tierra.
Así que solo quedan 26 días, y otros 365 días para poder hacer lo que deseemos, porque siempre podemos elegir, no los acontecimientos, pero si como asumirlos.
Un abrazo a todos
Ya se ve la luz
Y a volver a empezar y a reir
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